RADIOHEAD-A moon shaped pool (2016)

Bostezos con pedigrí

NOTA 6,5/10

radiohead a moon shaped pool

Hay artistas que al ganarse un puesto entre los grandes de la historia de la música, lo hicieron con cierto recelo por un amplio sector de la crítica y el público, como si no merecieran estar donde han llegado. Cada nuevo disco que sacan es ensalzado o vapuleado a placer con ahínco. Luego están los que al llegar al olimpo de los grandes contaron desde el principio con la simpatía unánime de todos. Para los de éste segundo tipo, no hay disco malo. En éste segundo grupo sitúo a RADIOHEAD. Todas las obras de los ingleses son puntuadas del notable para arriba, y gozan de un inmaculado prestigio, aunque saquen un disco de flamenco. Porque son RADIOHEAD y seguro que si se pusieran a ello dejarían a CAMARÓN a la altura del betún, ¿verdad?.

¿Hay de verdad para tanto? ¿De verdad supone el mismo placer escuchar OK Computer (1997) que Kid A (2000)? Para un servidor ya quedó claro que no, mientras escuchaba los primeros avances de éste A moon shaped pool que está haciendo llegar al orgasmo con todo lujo de preliminares a media humanidad.

Que quede claro. RADIOHEAD me parecen una banda indispensable y digna de ocupar un puesto en las enciclopedias. OK Computer me parece una obra maestra. Pero ahí se acabó todo. Thom Yorke se ha dedicado desde entonces a la física más que a la música, es decir, ha experimentado con todo tipo de compuestos, y a mi parecer más de uno le ha explotado en la cara.

Cuando escuché por primera vez Burn the witch, primer single del disco, me conmoví como hacía mucho que no lo hacía con una canción de RADIOHEAD. Pero fue un espejismo. De hecho desentona en el conjunto de A moon shaped pool, que viene a ser un conjunto de nanas con más o menos interés, y que he tenido que forzarme a escuchar como hacía mucho que no escuchaba un disco que me desagrada porque… es RADIOHEAD, algo bueno tendría que tener, ¿no? Pues casi que no.

Daydreaming, un corte lento y clásico al más puro estilo de la banda de Thom Yorke, se queda a medias, parece un descarte de OK Computer. Tras éstas dos canciones que sirvieron como adelanto del álbum, puedes encontrar cierto interés tras sucesivas escuchas en Desert island disk, con una preciosista guitarra acústica llevando el ritmo, Full stop, en el que los sintetizadores juegan un papel intrigante y estremecedor, e Identitik, donde el estribillo «in crescendo» te pone en situación… hasta que vienen los coros y te sacan del tema por completo (de hecho he escuchado versiones en directo donde ni los hacen). Aún así tiene un ritmo de guitarra bastante evocador.

Y todo lo demás… pues genial para conciliar el sueño. Que sí, que son RADIOHEAD y se nota: los detalles, los arreglos, etc., así que tendrás asegurados unos sueños preciosistas y de calidad. Como una paja con condón, vamos. Hay incluso quien dice que se recrean en su propia discografía en este disco, pero ya te digo yo que te vayas olvidando de himnos como en The bends y OK Computer, y de guitarras. Bueno, hace mucho que nos olvidamos de ellas escuchando a los ingleses, y tampoco es que sean necesarias para crear un disco genial. Pero aún tomándonos A moon shaped pool como un disco ambiental y aislándolo del resto de su discografía para no crear precedentes, resulta soso en su mayor parte. A ver si vamos perdiendo el miedo ya a llamar a las cosas por su nombre, dando igual quien se nos ponga por delante.

Deja un comentario