THE DEAR HUNTER-Act V: Hymns with the devil in confessional (2016)

Un ejercicio estilístico al alcance de muy pocos

NOTA 9/10

the dear hunter act v: hymns with the devil in confessional

Cada nueva obra que entregan THE DEAR HUNTER requiere un proceso de preparación y aclimatación ante lo que nos espera antes de darle al «play». Ejercitar el músculo auditivo y el del alma de cara al cúmulo de sensaciones que despiertan con todo el despliegue de arreglos, melodías y estilos que se entremezclan en una amalgama que muchos denominarían «ópera rock».

A éstas alturas ya nadie podrá dudar del talento de Casey Creszendo. La imaginación y la capacidad que tiene para crear esos ambientes nostálgicos o por el contrario esperanzadores, sazonarlos con todo tipo de instrumentos que pilla a mano, desenvolverse tan bien en un collage estilístico en el que cabe casi de todo, y encima entregarnos el resultado a modo de capítulos de una gran historia, como si de una serie televisiva o una novela se tratase.

Act V: Hymns with the devil in confessional es, desde luego, un fenomenal disco. ¿Mejor o peor que otros de THE DEAR HUNTER? No me atrevería a decirlo. Todos rayan un nivel altísimo, todos poseen un buen puñado de canciones que sobresalen sobre las demás, y el resto quedarían para según el momento o el estado de ánimo en el que nos encontremos, porque todas y cada una de las canciones de la discografía de la banda del bueno de Creszendo son pequeñas pinceladas que conforman una obra maestra. Hay que interpretarlas, pues, como pequeñas partes de un todo, como actos de una ópera, como engranajes de una máquina perfectamente engrasada y operativa.

Las golosinas que nos atraen hasta éste disco son sobre todo tres: The Moon/Awake, que brilla con luz propia gracias a esos coros femeninos entrelazados con la voz de Creszendo, The revival, con los mejores estribillos del álbum y unos toques instrumentales con cierto toque «cabaretero», por decirlo de alguna forma. Y luego está Gloria, majestuosa, grandiosa, un himno en toda regla.

Y una vez que hemos caído en la trampa, poco podemos hacer que no sea sucumbir. Para ésta ocasión, los chicos de THE DEAR HUNTER han decidido incluso coquetear con el swing en cortes como Mr. Usher (on his way to down). Seguramente sería el único estilo que les faltaba por incluir en su colección. Y si decidieran un día componer una rumba, seguro que lo bordarían también.

Del resto de cortes, por resaltar alguno más, me quedo con Light, una bonita balada acústica que te hará sentir como si pasearas por el parque un soleado día de primavera.

Siento de verdad que mis palabras no sean capaces de transmitir lo que THE DEAR HUNTER con su música. Por mucho que me quisiera poner en plan poético, el arte es mejor dejarlo para los artistas. Dale al «play» y compruébalo por tí mismo

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